Ministero degli Affari Esteri e della Cooperazione Internazionale
Reflexiones urgentes sobre el nuevo ente centralizado y el momento de actuar
En los últimos meses, quienes trabajamos en el acompañamiento documental y genealógico para el reconocimiento de la ciudadanía italiana hemos seguido con atención —y creciente preocupación— la evolución del Decreto Ley 36/2025, convertido en Ley 74/2025, y el nuevo reglamento del MAECI que reorganiza el Ministerio de Relaciones Exteriores italiano.
Uno de los puntos más sensibles de esta reforma es la creación de un ente centralizado que tendrá la función de validar todas las carpetas documentales presentadas tanto en consulados como en comunas italianas. Este organismo, aún en formación, comenzaría a operar en enero de 2026, marcando un antes y un después en la forma en que se reconoce la ciudadanía iure sanguinis.
🛑 ¿Qué cambia?
Hasta ahora, muchas comunas italianas —especialmente en el sur— ofrecían una vía ágil y directa para quienes viajaban con carpeta completa, residencia efectiva y voluntad de iniciar el trámite en territorio italiano. Con la implementación del ente centralizado, estas comunas deberán remitir las carpetas para validación externa, lo que podría generar:
- Demoras significativas
- Mayor exigencia técnica en la documentación
- Menor autonomía local
- Riesgo de observaciones o rechazos por criterios aún no del todo definidos
🧭 ¿Qué recomendamos?
A quienes estén considerando viajar a Italia para realizar su práctica de ciudadanía, les recomendamos hacerlo lo antes posible. Idealmente, entre octubre y diciembre de 2025, antes de que el nuevo sistema entre en vigor. Esta ventana permite:
- Iniciar el trámite bajo criterios conocidos
- Aprovechar la autonomía comunal vigente
- Evitar el cuello de botella administrativo que podría darse en los primeros meses de 2026
🤝 Acompañamiento estratégico
Desde nuestro espacio, seguimos ofreciendo asesoría personalizada, estructuración documental clara, esquemas genealógicos visuales y acompañamiento intercultural para que cada historia familiar se transforme en un reconocimiento legítimo y fundado.
La ciudadanía italiana no es solo un trámite: es un derecho, una memoria, una herencia. Y hoy más que nunca, requiere decisión, preparación y estrategia.