El principio de “jure sanguinis” (derecho de sangre) establece que la ciudadanía italiana se transmite a través de la descendencia de un ciudadano italiano.
Esto significa que, para obtener la ciudadanía italiana, debes demostrar que eres descendiente de una persona con sangre italiana.
La Circular K28 del Ministerio de Asuntos Exteriores Italiano establece directrices para el reconocimiento de la ciudadanía italiana en casos donde no hay acta de matrimonio, pero se reconoce la paternidad. Aquí algunos puntos clave:
- Reconocimiento de Paternidad: La circular permite que los descendientes de ciudadanos italianos puedan obtener la ciudadanía italiana incluso si no hay un acta de matrimonio, siempre y cuando la paternidad esté reconocida oficialmente o judicialmente1.
- Documentación Necesaria: Es esencial presentar documentos que prueben la filiación, como actas de nacimiento donde el padre italiano figure como declarante, o sentencias judiciales que reconozcan la paternidad1.
- Condiciones y Procedimientos: La circular detalla las condiciones y procedimientos específicos que deben seguirse para validar la ciudadanía, incluyendo la necesidad de que los solicitantes estén inscritos en el registro de residentes de un municipio italiano
Entonces, la filiación puede ser de dos tipos:
- Filiación Matrimonial: Ocurre cuando los progenitores están casados y la unión está avalada por la ley. En este caso, la ciudadanía italiana se transmite automáticamente a los hijos nacidos dentro del matrimonio1.
- Filiación No Matrimonial: Se da cuando los progenitores no están casados, pero uno de ellos (el que transmite la ciudadanía) reconoce legalmente a sus hijos. Es crucial que el progenitor italiano figure como padre o madre en el acta de nacimiento del hijo y que haya sido el declarant